domingo, 26 de febrero de 2017

ACCESO A LA ENERGÍA: UN ASUNTO DE SEGURIDAD NACIONAL


El reto de gestionar los recursos energéticos de forma innovadora y ambientalmente sostenible


El acceso a la energía ha sido definido como la fuerza vital de la humanidad, convirtiéndose en el motor del desarrollo económico de las sociedades, ya que sus principales componentes: el combustibles y la electricidad, son indispensables en cualquier proceso de producción, transporte y consumo de bienes o servicios, para satisfacer las necesidades elementales de las personas, independientemente de que estas habiten en un país desarrollado o en vía de desarrollo.[i]

Para los Estados, la energía, además de un factor esencial para la productividad, se ha convertido en un asunto de seguridad nacional, que implica la gestión eficaz del suministro de energía, la fiabilidad de la infraestructura energética, así como, las capacidades de satisfacer la demanda actual y futura, de manera eficiente, confiable y ambientalmente sostenible.[ii]

La República Dominicana, mediante la Ley Número 1-12, ha adoptado la Estrategia Nacional de Desarrollo (END, 2030) cuyo tercer eje procura una economía sostenible, integradora y competitiva; estableciendo como uno de sus objetivos específicos, asegurar un suministro de energía confiable, eficiente, a precios competitivos y en condiciones de sostenibilidad financiera y ambiental.

El Prólogo de la END-2030, señala que si bien el modelo de desarrollo que ha guiado la economía dominicana durante las últimas décadas ha dado lugar a un crecimiento importante; dicho crecimiento económico no ha logrado impactar de forma positiva el desarrollo socioeconómico del país, esto debido a que el modelo económico implementado, aún muestra debilidades que limitan sus potencialidades para construir el país deseado, entre las que se destacan: insuficientes relaciones entre los sectores productivos, inequidad en el desarrollo de las capacidades productivas y limitaciones para una inserción competitiva del país en la economía global.[iii]


Según el informe del Banco Mundial del año 2014, la República Dominicana ha tenido un desempeño económico sobresaliente durante las últimas décadas. Siendo una de las de más alto crecimiento en Latinoamérica, con un incremento promedio del PIB en torno al 5,5 por ciento, por año, entre 1991 y 2013. Sin embargo, ese crecimiento económico, trae consigo un incremento en la demanda de energía, cuyo suministro eficiente y a precios competitivos sigue siendo uno de grandes desafíos que enfrenta el país, desde hace más de medio siglo.

El Estado dominicano debe abocarse a determinar el costo socioeconómico que ha representado para el desarrollo nacional, la ineficiencia del sector energético (electricidad y combustibles), caracterizado por problemas de desabastecimiento y elevados gastos de generación eléctrica, sumado esto al déficit permanente en el suministro y una baja calidad en el servicio servido. A pesar de existir una importante cantidad de estudios y documentos que abordan la crisis del sector energético dominicano, la mayor parte de estos se concentran en lo relativo al comportamiento de la demanda energética, la dinámica de los precios, la tendencia de crecimiento del consumo de energía, y del subsidio gubernamental; sin embargo, no han sido encontradas evidencias de investigaciones importantes referentes a las políticas de seguridad energética y mucho menos, a las repercusiones socioeconómicas de la crisis energética en cada uno de los sectores de la economía, consumidores finales de energía: industrial, transporte, residencial, comercial y gubernamental.

El tema de la seguridad energética, debe ser abordado con la debida conciencia de que el acceso a la energía constituye un servicio social, íntimamente vinculado a las oportunidades económicas, el cual, sumado a otras libertades políticas, se convierte en un pilar fundamental del crecimiento económico, cuyo objetivo final debe ser el desarrollo social y el bienestar de las personas.[iv]

La debida comprensión de esta problemática implica identificar los principales retos que enfrenta el país para gestionar sus recursos productivos de forma innovadora y ambientalmente sostenible, a fin de garantizar una generación estable y un suministro eficiente de energía, que además podría crear nuevas oportunidades de inversión y externalidades positivas en otros sectores de la economía. En tal sentido, los tomadores de decisión, están compelidos a la formulación de estrategias y políticas públicas que incidan en el sector energético en aras de encontrar una solución definitiva a la problemática energética de la República Dominicana.



[i]     Prospectiva del Sector Eléctrico  2013-2027. Secretaría de Energía de México (SENER, 2013)
[ii]    El Trilema energético del CME para la sostenibilidad energética. Consejo Mundial de la Energía, 2014
[iii]     Ley No. 1-12 que establece la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030. G. O. No. 10656 del 26 de enero de 2011.
[iv]   Desarrollo y libertad.  Amartya Sen, Editorial Planeta. Buenos Aires, 2000