lunes, 27 de junio de 2011

De neologismos, barbarismos y anglicismos

En la actualidad, las redes sociales acaparan nuestro tiempo o ratos libres. Dedicamos muchas horas a escribir y compartir información de todo tipo en las mismas, de hecho ya para muchos, es una herramienta de trabajo, y su uso como fuente de información, hoy en día resulta necesaria e indispensable.

Es por ello que comunicadores sociales, periodistas, locutores, escritores, columnistas y otros profesionales vinculados a la comunicación, deben entender que todo lo que escriben o dicen llega a miles o millones de personas, de manera que sus escritos y/o dichos deben estar bien redactados o pronunciados.

Por esta razón, es importante que no sólo los referidos profesionales -sino todos- estemos familiarizados con el debido conocimiento de los neologismos (vocablo, acepción o giro nuevo en una lengua), en contraposición con el uso y abuso de las frases redundantes o barbarismos que se han utilizado durante años y que algunos se empeñan en seguir haciéndolo, en los ya mencionados medios, y a los cuales nos referiremos en la última parte de esta columna.

Entre los neologismos con más auge, está toda la terminología de nuestro querido y amado Twitter, entre ellos tuitero (a quien tuitea), tuitear (acto en sí que involucra el hecho), tuiteo (acción y efecto de tuitear), tuit (mensaje enviado) y retuiteo (reenviar o compartir los tuits); todos estos términos en español y Twitter™, escribirlo así, tal cual con mayúscula inicial, w y doble t, ya que es una marca registrada, o en trámite de registro (Trademark).

Ah, por cierto, usted no tiene “twitter”, sino una cuenta en esa red, con su user name, o “nombre de usuario”. Por la misma razón, algunos se empeñan en decir que le mandaron un “twitter” en vez de tuit, que es lo correcto en tal caso.

Conviene señalar que casi todos estos nuevos vocablos son escritos en spanglish o simplemente en inglés, para lo cual debería hacerse en letra cursiva (Twitter aún no ofrece esa opción), por tratarse de anglicismos y extranjerismos, o colocarlos entre comillas, y no creo que nadie se tome la molestia de hacerlo.

Igual sucede con blog, bloguero, bloguear, blogósfera, que son válidos en español y aceptados tal cual se escriben, aunque aún no están registrados en el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE). El mismo caso ocurre con “postear” que significa publicar en un foro, página web, y similares, lo cual es aceptado en español ya que los hablantes la han admitido. Puede usarse también “publicar”.

Es decir, se acepta el uso de chatear, bloguear, tuitear y postear (con sus derivados y conjugaciones), por ser de “uso común”.

El uso corriente en español de estos neologismos, ha merecido que la Real Academia Española (RAE) conceda “permiso” para escribirlos así, aunque aún no estén admitidos oficialmente, es decir, a pesar de que no están castellanizados. Entonces, por favor, no se enrede la vida y escríbalos en nuestro idioma.

En cuanto al uso y abuso de redundancias y barbarismos, hay mucha tela que cortar, pero entre los más populares que se escuchan en los medios de comunicación, se ubica en el primer lugar del ranking: “ciudadanos y ciudadanas, usuarios y usuarias, todos y todas, niños y niñas”, solo por señalar algunos.

¿Usuarios y usuarias?

La RAE no acepta el uso redundante del femenino y masculino por ser innecesario e inútil, ya que destroza la economía del lenguaje. Muchísimos me preguntan (hasta con extrañeza) ¿pero cómo se dice entonces? Pues, simplemente “ciudadanos, usuarios, todos, niños…” Desde pequeños nos enseñaron en la escuela, que el grupo “ciudadanos”, por ejemplo, incluye también a las féminas (a las ciudadanas) y que yo sepa, en mi época, ninguna se traumatizó y mucho menos, se sintió excluida por ese motivo.

Es lamentable que quieran cambiarnos hasta la forma de hablar, para peor, por supuesto. Pero es más asombroso todavía que muchos no lo sepan y cuando se enteran, le dan hasta “gracias a Dios” de que esto sea incorrecto. Otros, simplemente dicen en tono de burla, “amigos y amigas” y comentan: “como se dice ahora”.

Igualmente, es muy común escuchar a cualquier funcionario: “estudiantes y estudiantas”. Oí también a una periodista: “oyentes y oyentas”… ¡Esto no se dice ni en broma!, todo menos perder el glamour usando ese léxico pesado y recargado. No es una moda.

Inclusive, algunos se toman muy en serio expresar estas redundancias por simple desconocimiento. Total ya tenemos 12 años escuchándolo porque se encargaron hasta de institucionalizarlo en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, así como también en diferentes leyes del país.

Por favor no lo repitan, no se hagan eco de estas barbaridades en contra del lenguaje, es absolutamente inútil, innecesario e incorrecto.

Otros (des)usos

Siguiendo con el tema de los barbarismos, otra frase que se escucha mucho: “hace unos días atrás”. Si hace unos días atrás, no puede ser adelante. Es fácil buscar sinónimos: hace unos días, días atrás, en días pasados, hace algún tiempo, etc.

Otra: “todos y cada uno”. Esta expresión, persistentemente usada en discursos políticos, es incorrecta. O es todos o cada uno. Todos equivale a cada uno y cada uno incluye a todos.

Escucho con muchísima insistencia repetir, a los más conocidos y seguidos locutores en redes sociales decir: “Cállese la boca”, también es un barbarismo, aunque es una expresión muy popular.

Aquí, otra perla del lenguaje: un funcionario es quien desempeña un empleo público. Es decir, empleado jerárquico, particularmente estatal. Insisten en decir “funcionario público” como si hubiese la necesidad de recalcar que trabaja para el Gobierno, con toda la “rimbombancia” que acarrea. Lo correcto es empleado público o simplemente, funcionario.

Esta es hasta jocosa: “un muchacho o chico joven” Si es un muchacho, se supone que es joven. No existen muchachos viejos. Es redundante.

Otra frase errónea y frecuentemente utilizada es “vuelvo a repetir” o “vuelvo a reiterar”. Si repetir y reiterar es volver a hacer o decir lo que se había hecho o dicho, tal como lo señala el DRAE, ¿por qué entonces tener que incurrir en su uso equivocado? Diga simplemente: reitero o repito.

Nos atiborran de publicidad con la bendita frase: “Completa o totalmente gratis”. Es recargada. Nada es medianamente gratis. Si es gratis, es total, sin costo adicional. Creo que lo dicen así por aquello de las letras pequeñas o en todo caso, porque la palabra “gratis” sin el “completamente” no suena tan “convincente” para el usuario.

Finalmente y por todo lo anterior, debe señalarse que al día de hoy todos los involucrados en la utilización de esos términos, tanto neologismos como barbarismos y redundancias, están en la onda “tuitera”, todo lo que digan o escriban es leído y monitoreado por millones de personas, quienes con toda capacidad y autoridad, podrían corregirles alguna equivocación.

No está de más dejar claro, que nadie está exento de gazapos. Tampoco es “mal de morir”, ni de pasar pena o molestarse, si nos corrigen. La idea es aprender.

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